Santiago

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miércoles, 5 de marzo de 2014

Bacalao, protagonista de la mesa latina en Cuaresma

Nueva York — Cada país de Latinoamérica tiene sus propias tradiciones culinarias durante la Cuaresma, que comienza hoy, y la Semana Santa. En Ecuador, preparan la fanesca; en México, los romeritos y en República Dominicana, las habichuelas con dulce, por poner algunos ejemplos.
Sin embargo, hay un ingrediente que parece estar en todas nuestras cocinas por estos días: el bacalao.
Quienes siguen la tradición de no ingerir carnes durante las festividades católicas han hecho del bacalao el rey culinario de esta época, una opción perfecta porque este pescado, además de ser económico, es versátil y lleno de propiedades alimenticias.
"El bacalao es nutritivo, sabroso y fácil de digerir, rico en minerales y vitaminas, con casi cero de colesterol y sobre todo gran cantidad de proteínas", comentó la chef Isa Souza.
En efecto, este pescado es una de la mayores fuentes de proteínas de origen animal. Todos recordamos a nuestras madres dándonos aceite de bacalao, por su alto contenido de Omega 3, que, entre muchas cosas, ayuda a combatir el colesterol.
El bacalao también contiene minerales como el calcio, que ayuda al fortalecimiento de los huesos; fósforo, que permite un buen funcionamiento muscular; y yodo, que participa en la producción de las hormonas de la glándula tiroidea. También posee cantidades importantes de vitaminas D, E y A.

Fresco o salado

En Latinoamérica, es muy común consumir el bacalao salado, mientras que en Estados Unidos el cod fish se consume generalmente fresco. Ambas maneras ofrecen diferentes posibilidades culinarias.
La tradición de comerlo salado surgió de cuando no existía refrigeración, como una manera de conservarlo durante más tiempo. Una vez desalado, el bacalao conserva todas sus propiedades y permite ser preparado de muy diversas formas: hervido, frito, a la parrilla, en vinagreta o en ensaladas, y con salsas muy variadas.
Pensando en la manera más sana de consumirlo, y por lo laborioso que puede resultar desalarlo, hoy en día la tendencia es consumirlo fresco.
"Es importante resaltar que las personas con hipertensión deben tener cuidado por la sal. A mí me gusta lo más natural posible, sólo con aceitunas y aceite de oliva extra virgen", agregó Souza.
Al comprarlo fresco, podemos notar su calidad en el olor ligeramente marino, las agallas rojas, los ojos brillantes y el cuerpo rígido. Para prepararlo hay que tener mucho cuidado, ya que, al ser un pescado muy suave, el bacalao tiende a desmoronarse. Pero igualmente que el salado, se puede hacer frito, asado, al horno y en guisados, siendo ésta última una de las maneras favoritas de los amantes de este delicioso pescado.

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